Usuario invitado
24 de enero de 2025
La limpieza fue bastante descuidada, ya que había pelos en la pared de la ducha y en las sábanas cuando llegué. No me quitaron el pelo de la ducha en toda mi estancia. El pasillo es oscuro y estrecho.
Hay obras en la misma planta, justo al lado de la habitación donde me alojé, y en un momento dado los taladros eléctricos se pusieron muy ruidosos. El hotel ni siquiera debería haber dejado que los huéspedes se alojaran en esa habitación.
El barrio es bastante remoto y triste. No hay nada alrededor, salvo un centro comercial anodino, y hay que coger el metro para ir a cualquier sitio.
El té en bolsitas era el peor que he probado en ningún hotel. Es decir, ¿qué tan soso puede llegar a ser un té de desayuno inglés? Y ellos lo consiguieron. ¿Y el café instantáneo Maxwell en un hotel de cinco estrellas?
El personal suele ser irresponsable. No es la actitud ni el servicio que esperarías de un hotel de cinco estrellas. Las cortinas también eran molestas, pues había que manipularlas manualmente cada vez, y el algodón está colocado por dentro en lugar de por fuera, lo que significa que hay que manipularlas para correr las que realmente importan. No es para tanto, pero uno pensaría que un hotel de cinco estrellas de IHG tendría mejor diseño.
La terraza con vistas estaba cerca, la piscina también. No hay nada que recomendar.
Texto originalTraducción facilitada por Google