MoliMoli
1 de diciembre de 2024
La limpieza era mínima. Había sustancias pegajosas en el suelo.
La ubicación terrible. El hotel está pegado a las pistas del aeropuerto y el ruido de los aviones no te deja dormir. De hecho, puedes encontrar sobre la mesa tapones para los oídos.
Lo elegí porque decían que está a 930 metros del aeropuerto, pero no hay acceso para peatones y no se puede ir caminando. Así que, la distancia no te aporta nada si dependes de un vehículo de todos modos.
El servicio no puede ser peor. No fueron a recogerme al aeropuerto a pesar de haber aprobado mi petición. Para llevarme al día siguiente me hicieron esperar más de diez minutos sobre la hora acordada sin dar ni una explicación, ni pedir disculpas. Me llevaron al aeropuerto en una furgoneta tan vieja, destartalada y sucia que debería estar en un desguace de vehículos. No era apta para el traslado de pasajeros.
El personal de recepción tiene unos modales tan rudos, que rayan en la grosería. Ni hablan inglés ni se esfuerzan en comunicarse con unos clientes que sólo van a pasar allí unas horas.
En cuanto a las instalaciones, la cama era cómoda y la habitación amplia. Las cortinas no se podían abrir y las tuberías despedían un olor tan fuerte y desagradable, que no se podía soportar.
No volveré a ese hotel, ni puedo recomendárselo a nadie.