Las instalaciones del hotel son muy buenas. El balcón ofrece vistas al mar y a menudo se pueden ver arcoíris. Los restaurantes son deliciosos. Hay un pequeño supermercado donde se pueden comprar artículos de primera necesidad a precios razonables, así como recuerdos. Los centros comerciales de los alrededores son ideales para ir de compras. El transporte es muy práctico, y el tranvía Dingdong es práctico y económico. Este viaje a Hawái fue muy agradable, y el guía turístico local fue muy bueno.