Inspirado en el Salón Hanyuan con sus vigas talladas y pintadas, y los largos pasillos con faroles de palacio, complementado con efectos de luz, recrea la espléndida escena de la dinastía Tang "miles de naciones rindiendo homenaje al emperador", como si se entrara en la serie "The Longest Day in Chang'an".
Siguiendo estrictamente los protocolos de la dinastía Tang, desde el saludo tradicional con las manos cruzadas hasta el gesto de levantar la bandeja a la altura de las cejas, acompañado de bailes de "cortesanas" y recitación de poemas con el "inmortal de la poesía", junto con cambios de vestuario y maquillaje, los invitados se convierten en personajes de un cuadro viviente, sumergiéndose en la majestuosidad de la era Tang.
Cada plato es una obra maestra de color, aroma, sabor y presentación, servido en vajillas exquisitas y retro, ofreciendo a las papilas gustativas un viaje maravilloso a través del tiempo.