Inspirado en las montañas Cangshan y el lago Erhai, artesanos del patrimonio cultural inmaterial enseñan su arte, fusionando manualidades con la naturaleza y la cultura.
Materiales naturales, procesos sin residuos y respetuosos con el medio ambiente, experimentando la belleza sostenible del Tíbet.
El trabajo manual no es solo una experiencia de habilidad, sino también un festín para los cinco sentidos: «olfato, oído, gusto, vista y tacto».