Bañarse en aguas termales en un valle cubierto de niebla, con paisajes que cambian con las estaciones, es el destino ideal para una escapada corta de la vida urbana.
Perfecto para ti, que buscas viajes con estilo y prestas atención a los detalles de la experiencia, ya sea en solitario o en compañía, siempre merece la pena recordarlo una y otra vez.
Un paquete de vida lenta combinado con aguas termales no solo relaja el cuerpo, sino que también es un ritual que nutre el alma.