Acelerando cuesta abajo, las curvas y el paisaje se entrelazan y puedes experimentar el placer de la velocidad.
Entra en el huerto lleno de fragancia de frutas y recoge tú mismo las rosadas y regordetas manzanas de otoño.
Da un paseo en ferry por el mar y alimenta a las gaviotas voladoras con tus propias manos, creando un recuerdo interactivo especial.