Tres acrobacias de la ópera de Sichuan —el cambio de máscaras, el escupido de fuego y el giro de platos— deslumbran juntas en el escenario.
El escenario recrea las calles de la época Qing de Jincheng, sumergiendo a los espectadores en la auténtica cultura popular Ba-Shu con el bullicio de las casas de té y los aromas del té.
Las proyecciones en 3D y los láseres rompen los límites del escenario, creando imágenes impactantes: las mangas florecen como flores y las reliquias antiguas aparecen en el aire.