Interacción de cercanía: No es una actuación en un gran teatro, los músicos están al alcance de la mano e incluso puedes interactuar con ellos, obteniendo una experiencia impactante que va más allá del sentido auditivo.
Doble experiencia, satisfacción en una: combina a la perfección el arte tradicional japonés (el shamisen) con la cultura gastronómica (los izakaya).
Experiencia cultural profunda: se trata de un viaje único y lleno de valor compartido que no puede ser replicado fácilmente.