Una forma muy económica, cómoda, sencilla y asequible de viajar, el tren turístico tiene enormes ventanales de cristal.
El tren pasa por ciudades, pueblos, la costa del Pacífico, pastos, ríos, lagos, áreas silvestres, montañas y senderos, donde se pueden ver muchas de las características y costumbres locales de Nueva Zelanda.
El tren cuenta con vagones al aire libre, donde se puede entrar y salir libremente para contemplar el paisaje, disfrutar de la brisa y tomar fotos. El tren circula por la naturaleza salvaje, lo cual es una sensación muy especial.