Disfruta de comida callejera que pocos tienen la oportunidad de probar, degustando platos únicos que se alejan de los circuitos turísticos más convencionales.
Interactúa con los locales para conocer sus costumbres y estilo de vida, haciendo que tu viaje sea verdaderamente personal.
Disfruta de un paseo relajado por el casco antiguo, con un itinerario gastronómico que destaca los mejores sabores y rincones poco conocidos de esta zona histórica.