Acelerando cuesta abajo, las curvas y el paisaje se entrelazan y puedes experimentar el placer de la velocidad.
Pasea por la antigua vía del tren, entre la montaña y el mar, y siente la atmósfera natural a un ritmo pausado.
Da un paseo en ferry por el mar y alimenta a las gaviotas voladoras con tus propias manos, creando un recuerdo interactivo especial.