Rompiendo con el modo tradicional de espectáculo, el público se desplaza entre escenarios siguiendo la trama, interactuando de cerca y participando, como si viviera en persona los años apasionados de 1949 en la prisión de Zhazidong.
Con "Nunca traicionar al Partido" como hilo conductor, retrata las figuras de los mártires y la lucha humana, transmitiendo el espíritu de Hongyan con una trama vívida, combinando educación y poder emotivo.
La trama es compacta y fácil de entender, con una fuerte resonancia emocional, adecuada para actividades de investigación entre padres e hijos y construcción de equipos rojos, convirtiéndose en un referente imprescindible para la experiencia cultural y turística roja de Chongqing.