Las exhibiciones aquí provienen de historias reales de personas con dificultades emocionales.
El museo no busca lo exótico, sino que ofrece un abrazo de comprensión, animando a los cansados a dejar de lado sus máscaras y transmitiendo el poder curativo de "no estás solo".
Con el gris como tema emocional, a través de una exposición inmersiva, guía a los visitantes a enfrentar su interior, convirtiéndose en un raro refugio espiritual en la ciudad.