Muestra la devoción del pueblo tibetano por su fe, transmite una reflexión sobre la esencia de la vida y permite que el público toque, a través del arte, la fe y el alma tibetana.
Las formas de danza son ricas y variadas, y la danza del yak se ha dotado de características modernas, fusionando perfectamente la vida y el baile.
El espectáculo abarca casi todas las canciones folclóricas típicas, instrumentos musicales y danzas tradicionales de las regiones tibetanas de China; reproduce fielmente la vestimenta de la vida cotidiana del pueblo tibetano.