Bajo el cielo de Tokio, pasamos por los columpios donde nos balanceábamos y por la esquina donde nos deteníamos.
Sus sonrisas son como la Torre de Tokio vista desde el Parque Shiba, cálidas y brillantes. Que cada paso que den sea firme y poderoso, y que creen más obras excelentes.
CARAT siempre será vuestro apoyo incondicional.