Usuario invitado
6 de marzo de 2022
Llegamos un viernes sobre las 22.45 hrs. El check IN fue rápido, pero veníamos hambrientos y la recepcionista nos confirmó que TODO estaba cerrado, que ni intentáramos buscar un restaurante, ni nos ayudó a localizar un sitio donde cenar. Para nuestro asombro, nada más salir, había un restaurante llamado “Tibitis” o similar, que ofrecía un buffet vegano donde pudimos cenar, y ¡Barato! En cualquier caso, el hotel es perfecto. Calidad precio un 10 y las habitaciones son muy limpias, operativas y tecnológicas. Quizás un poco pequeñas, pero al tratarse de un fin de semana de turismo ( que no íbamos a pisar la habitación) era perfecta. Son silenciosas. El Lobby esta bien. Y la ubicación es perfecta. Prácticamente enfrente de la Opera. En taxi al aeropuerto, tanto de Ida, como de vuelta cuesta alrededor de 65 CHF. Hay restaurantes muy cerca para desayunar, Starbucks’s, Le Pain Quotidien ( 1 KM), DUNKIN DONUTS y muchos más. De hecho, cerca de la estación de STADEHOFEN ( a 400 metros del hotel) se encuentra un JOE & THE JUICE que está muy bien de precio, y donde se puede desayunar perfecto.