Isa_gv_74
24 de junio de 2023
Conozco a Tarik desde hace años. Visitar el desierto de su mano es una gran experiencia, que te permite hacerlo desde dentro, como si estuvieras en un sitio que te recibe con los brazos abiertos. Bailar en la hoguera por la noche, tocar instrumentos tradicionales, ver las estrellas y el amanecer es algo que hay que vivir, no vale que te lo cuenten. Además, para terminar, Tarik nos llevó a su casa y nos cocinaron un tajine delicioso, haciéndonos sentir como si estuviéramos en casa, como si fuéramos de la familia. Shukran, amigo. Sin duda, para repetir.