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23 de octubre de 2023
Nos alojamos dos noches en un circuito por Túnez en el que nos hospedamos todas las noches en hoteles de la misma cadena Golden Yasmine y este fue con mucha diferencia el peor de todos ellos. La primera noche llegamos a las 03:00 AM y estaba el lobby tan a oscuras que parecía que no había nadie. Después de hacer el check-in y entrar en nuestra habitación notamos un calor infernal (y eso que era principios de octubre) por lo que decidimos poner el aire acondicionado a tope para enfriarla. La habitación era muy espaciosa pero con el mobiliario antiguo y descuidado y no estaba muy limpia ya que había manchas y suciedad en la moqueta y la sábana de la cama tenía un agujero de una colilla. Después de 15 minutos comprobamos que aunque el AC echaba aire no enfriaba. Además tampoco funcionaba el agua caliente en el baño. Como el teléfono para contactar con recepción tampoco funcionaba, tuvimos que bajar a avisar de los problemas pero el recepcionista no nos dió opción a cambio de habitación, sólo se le ocurrió enviarnos a un técnico a las 3:45 de la mañana. Viene el técnico y después de revisar el baño consigue que salga el agua templada pero el AC nos hace entender que es un problema del aparato en la terraza, que no puede hacer nada y se va. Como ya son las 4:30 y tenemos que levantarnos a las 7:00 para desayunar y comenzar el circuito, decidimos que no merece la pena volver a hablar con recepción y que tendríamos que aguantarnos e intentar dormir algo. El calor durante esas dos horas y media fue insufrible y no pudimos dormir casi nada. Por la mañana nos levantamos y al ducharnos el agua volvió a salir completamente fría y nunca llegó a calentarse ni un poco a pesar de esperar durante más de 15 minutos. Como en la habitación hacía un calor de muerte porque ya daba el sol por la mañana y debido al contraste con la ducha de agua fría, al salir del baño ya estábamos sudando otra vez. Fuimos a desayunar a las 7:00 y el panorama era dantesco. No había casi nada de bollería, ni pan, ni tostadas, un queso y un fiambre que eran incomibles y tampoco había zumo. La única bebida era un dispensador de agua que estaba roto y transmitía un aspecto de suciedad que invitaba a no usarlo. Le pregunto a un camarero por alguna bebida o zumos y me dice que los pondrán en "5 minutos". Después de esperar por ellos durante más de 20 minutos, tuvimos que desayunar sin bebida y cuando a las 7:30 nos íbamos pusieron unos zumos que estaban tan calientes que era imposible beberlos. Pasamos por recepción para comentar que los problemas de la habitación no se habían solucionado y pusimos una reclamación, que consistió básicamente en escribir en una hoja de un libro de la cual no te dan copia. A las 8:00 hablamos con el guía de nuestro circuito y contactamos con la agencia que nos había vendido el viaje, ya que la última noche del recorrido la volvíamos a hospedarnos en este hotel. El guía nos pidió disculpas, dijo que los inconvenientes no se volverían a repetir y que nunca habían