Usuario invitado
31 de enero de 2023
El hotel está situado a unos 7 km del centro, por lo que si no tienes coche o scooter se hace complicado llegar al corazón de la ciudad y entre otras cosas no hay nada alrededor. Las habitaciones son bastante nuevas y están bien amuebladas, pero hay alfombras en el suelo y, por tanto, polvo por todas partes. En el baño la presión y la temperatura del agua son difíciles de regular porque hay picos y descensos bruscos. La televisión de la habitación no funcionaba, ni tampoco el wifi, que sólo empezó a funcionar de nuevo la mañana que nos fuimos. El desayuno se sirve en mesa, no hay buffet y por tanto se limita a un croissant y un café o capuchino (si eliges el italiano) o unos embutidos y huevos si eliges el albanés. Notas positivas: amplio estacionamiento gratuito y conveniente debajo y los chicos que trabajan allí son amables, serviciales y hablan bien italiano. Buena relación calidad-precio en general
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