Usuario invitado
4 de mayo de 2022
Hotel apenas visible desde la avenida. Dimos varias vueltas en círculos para encontrarlo. No hay señalización en la localidad, a diferencia de sus colegas (KYRIAD, MORPHEE). Habitación pequeña, menos profunda que en otros Campaniles (ver el de SABLE SUR SARTHE). Sólo una toalla por persona. Sin gorros de ducha. Edredón muy ligero en las camas. No había edredón extra en la habitación (tuve que ir "quejándome" a recepción para conseguir uno), ni manta (¿¡la recepcionista me dijo que el establecimiento no tenía!?). Evacuación de WC funcionando cada dos veces. Sorpresa a nuestra llegada: la señora de la limpieza había olvidado unas diez sábanas y una bolsa de ropa sucia en nuestras camas. Desayuno lunes 2 de mayo. Llegamos a las 9:05 am. (Mi madre, 91 años, inválida con discapacidad visual, tarda un poco en prepararse). Ningún saludo de la empleada, que solo sabe decirnos que solo nos atienden hasta las 9 de la mañana y que tiene que aclarar. No mucho, ya que solo había otra mesa para dos personas... Una de mis empleadas se habría comportado así con un cliente, la habría despedido inmediatamente... Único punto positivo: el desayuno, correcto. Evidentemente, los inspectores de la Secretaría de Estado de Turismo (¡si es que existen!) no tienen los ojos delante de los agujeros. Apenas es un "dos estrellas", y aún así...
Texto originalTraducción facilitada por Google