Verdemare Sardegna Uno

Hicieron de nuestra llegada algo muy complicado: sin las mejores formas, y "animándonos" un poco agresivamente a hablar en italiano. Tuvimos que volver al pueblo a buscar un cajero para entregarles una fianza que, por alguna razón, debía ser en metálico... sin posibilidad de dejar primero los trastos. Afortunadamente tras nuestra vuelta nos atendió una persona más joven e inmensamente más agradable, que sí habla inglés, y con buenas dotes de atención al público: tenía una sonrisa y disposición hacia los clientes. El apartamento es pequeño y está anticuado pero es suficiente, la habitación resulta un poco lúgubre pero no es gran problema. Se echa en falta un horno o un microondas, pero salvo eso, está todo cubierto: nevera, aire acondicionado, fuegos de gas, sartén, ollas y todo tipo de utillaje. Las vistas a la piscina son estupendas. Las instalaciones cuentan con una barbacoa, mesa de ping pong, un bonito y cuidado jardin, y una amplia (y honda) piscina. Desgraciadamente la piscina y sus hamacas se pueden usar en un muy limitado horario (10:00 a 12:00 y de 15:00 a 19:00) y fuera de este horario no se permite estar en esa zona, ni tan siquiera leyendo. La ubicación es muy buena: a 10 minutos caminando de la playa o del centro, lo que asegura calma y silencio en la zona. En coche se llega calas increíbles en 20 min. El aparcamiento es contiguo al complejo, es de fácil acceso y hay sitio de sobra. En general, la sensación es regulera, Nos quedamos con la impresión de que resulta caro para lo que ofrecen.