Posada Real La Mula de los Arribes

Es una posada encantadora, pequeña y bien decorada. La habitación cómoda, la terracita deliciosa, la cama grande y el baño muy limpio. Sus dueños Manuela y Andrés fueron unos perfectos anfitriones, (personalmente para mí amigos) son unas maravillosas personas y excelentes profesionales. Te aconsejan, te cuidan y te traes de ellos, lo mismo que tú te dejas parte de ti. Por otro lado, la comida muy rica en cenas perfectas, con música suave, velas, buen vino, soledad y quietud. Los desayunos completos, variados y sobre todo reconfortantes. Para volver una y otra vez.

Manuela y Andrés son los anfitriones de una posada que es algo más que un mero alojamiento. Amistad, familiaridad, cercanía, y si me apuras, hasta cariño. El alojamiento está muy bien, es mucho más que correcto. Para parejas es increíble. Lo recomiendo al 100% y seguro que voy a volver. No voy a desvelar más. De ti depende de si quieres descubrir una experiencia única.

Fui la semana pasada con mi marido y con mi padre. La opinión de mis padres siempre ha sido muy positiva (de hecho repiten todos los años desde hace 12), pero con este viaje no puedo más que constatar que la opinión es bien merecida. La posada y las habitaciones son súper bonitas y confortables, con una pequeña terraza con mucho encanto. El trato de Andrés y Manuela es muy agradable, te hacen sentir como de la familia. Y la comida de Manuela es espectacular. Además de las manos que tiene en la cocina, el producto que utiliza no puede ser más natural. Mi marido aún se acuerda de los desayunos 😂😂😂. Andrés te ofrece información sobre varias opciones para visitar, además de echarte una mano en lo que haga falta. Desde luego si tenemos oportunidad volveremos porque quedamos encantados. A todo esto hay que sumar que el entorno favorece la desconexión y el descanso que tanta falta hace de vez en cuando. Muchas gracias a Manuela y Andrés por todo!!!