Casa del Carmen

Un hotel que es sede del hotel duruelo centro de convenciones. Desafortunadamente por algún error en la comunicación con quien se realizó la reserva no logramos hospedarnos en la sede del centro del convenciones, tuvimos que quedarnos en casa del Carmen en donde no cuentan con parqueadero amplio y los carros solo entran en orden de llegada . Si acaso caben solo 4 carros . Las tablas de los pisos chirrean horrible y el ruido de las personas que toman en la madrugada frente a la zona verde del hotel es realmente incómodo, estuvimos despiertos por casi dos horas en la madrugada por el ruido de las personas tomando y con el eco de todo el Ruido en la ventana de la habitación .Rescató el servicio del restaurante desayuno, Muy bueno, la limpieza, las sabanas y toallas de buena calidad . Los perros pueden entrar a las habitaciones pero nada de andar sueltos y menos que hagan ruido porque no es permitido . Cero recomendado para personas con mascotas o animales de compañía . Por ese precio pueden pagar un mejor hotel que realmente ame a nuestros amigos peludos y en donde puedan disfrutar sus días de descanso con ellos . También conocimos y caminamos las Instalaciones del hotel duruelo , que en realidad son amplias y tranquilas . Tampoco me gusto del centro de convenciones, la casa san Roque en donde las personas que viajamos con mascotas debemos dejarlas allí por políticas del hotel (son espacios con reja y candado para tu mascota) este lugar no cuenta con ninguna persona al tanto de los animales y se deben dejar allí en el día y en la noche por lo que no puedes entrar con ellos a las zonas comunes ni a las habitaciones . Solo en los espacios exteriores del hotel se puede caminar con ellos. Sugiero ser muy cuidadosos al hacer sus reservas y que puedan tener la seguridad de estar en la sede del hotel correcto . Si quieres estar al 100 % con tus mascotas olvídate en hospedarte allí .

Estar ahí es trasladarse a un tiempo remoto, al pasado histórico, a la tranquilidad que genera el silencio, a la reconciliación consigo mismo y a la posibilidad de valorar el compartir el pasado con el presente.