Usuario invitado
24 de septiembre de 2024
Tras una fachada anodina como cualquier casa burguesa de Portugal se esconde una pasada de hotel. Quizás no haya visto nunca un suelo tan bonito y bien hecho, pero lo mejor son las habitaciones con baños de mármol tallado. Si el restaurante es bueno, el spa es magnífico. Me encantó la piscina con agua templada que sale al exterior. Me lo apunto para volver porque, además, el precio es muy bueno.