Martin Snelling
27 de octubre de 2024
Recientemente nos alojamos aquí durante 5 noches para disfrutar de las vistas de Verona y las ciudades de los alrededores. Si bien no me puedo quejar del precio, y por eso fue una ganga, hubo una serie de problemas que resultaron en una calificación menos que perfecta.
La ubicación: si bien parece estar cerca de la estación de tren principal, se encuentra a unos 25 minutos a pie. Sin embargo, los autobuses 23/24/73 pasan regularmente y recogen y dejan pasajeros muy cerca del hotel.
Lidl: al lado del hotel hay un Lidl; fue una bendición y valió la pena visitarlo (aunque solo sea por la focaccia de queso fresco).
El hotel en sí estaba muy limpio pero:
- Las habitaciones tienen pisos de madera y las paredes no son muy gruesas. Entonces, cuando alguien se registra en su habitación cercana, se puede escuchar todo. A medianoche, no es bueno cuando caminan con tacones por el piso.
- Falta de enchufes: había un enchufe utilizable en la habitación que se comparte con la tetera, ¡y otro en el baño!
- Aire acondicionado (o falta grave de él): las habitaciones tienen aire acondicionado, pero no estaba encendido y en recepción me dijeron que en esta época del año (octubre) no lo tienen encendido. La temperatura de la habitación era de unos 20 ºC, lo que nos obligó a no dormir bajo las sábanas: pasamos 5 noches durmiendo encima de la cama porque hacía demasiado calor en la habitación. No podíamos dormir con la ventana abierta porque había demasiado ruido del exterior.
- La cisterna del inodoro perdía "agua caliente", pero la repararon y la reemplazaron por otra.
- Personal: Fueron muy serviciales cuando el personal de limpieza aspiró uno de los pendientes de mi esposa, pero no ofrecieron ninguna ayuda con respecto a la calefacción de la habitación.
Texto originalTraducción facilitada por Google