Rodrigo G
13 de agosto de 2024
Nuestra experiencia en el Hotel Zimbali Playa Spa ha sido simplemente maravillosa. Viajamos desde Asturias, como matrimonio con una hija de 12 años, y optamos por el régimen de todo incluido premium. Desde el momento en que llegamos, quedamos impresionados con la pulcritud y el cuidado del hotel; todo estaba impecablemente limpio. La piscina es enorme y ofrece diferentes zonas de profundidad, perfecta para todas las edades. Disfrutamos de los tres toboganes, que son tanto para los más pequeños como para los adultos. Además, el bar de la piscina cuenta con una barra donde puedes pedir desde el interior, lo que es muy conveniente. También había una excelente disponibilidad de hamacas y sombrillas, y el acceso directo a la playa desde el hotel es un gran plus. En cuanto a la comida, aunque podría haber un poco más de variedad, la calidad era excepcional. Nuestra habitación era espaciosa y bien equipada, disfrutamos de un champán de bienvenida y contábamos con una cafetera para preparar café e infusiones. El baño era impresionante, con inodoro, bidet, lavabo, ducha y bañera, lo que nos permitió ducharnos cómodamente dos personas al mismo tiempo. Además, el aire acondicionado y el ventilador de techo garantizaban un ambiente agradable. Tuvimos la suerte de disfrutar de un pequeño jardín con mesa, sillas y tumbonas, lo que nos permitió relajarnos al sol y acceder fácilmente a la piscina. Pasamos ocho días y siete noches que se sintieron como un sueño. El personal del hotel fue increíblemente amable y servicial, con un servicio de limpieza fabuloso. Un agradecimiento especial a los camareros del buffet, en particular a una chica que creemos que se llamaba Adriana o Mariana, por su atención y dedicación. Si tuviera que sugerir mejoras, ofrecería una animación nocturna más variada tanto para adultos como para niños. También considero que sería más práctico cambiar el método de consumo, actualmente con tarjeta, por pulseras, como es común en otros hoteles, ya que puede resultar incómodo tener que buscar la tarjeta cuando estás en la piscina. Además, a veces teníamos que esperar demasiado para pedir en la cafetería, especialmente por las mañanas; quizás incrementar el número de camareros podría ayudar a agilizar el servicio. También que por la tarde fuimos a buscar unos donutts para que merendara nuestra hija y nos dijeron que solamente servían bollería por las mañanas. A pesar de estas pequeñas observaciones, nuestra experiencia fue increíble, y el hotel nos ha dejado muy buenos recuerdos. Sin duda, contamos con volver el año que viene. ¡Gracias, Hotel Zimbali Playa Spa, por una semana inolvidable!