RoloTraveler79
11 de enero de 2025
La playa es hermosa, bellísima! Si no era por la playa hubieras sido las peores vacaciones de nuestra vida! El servicio de playa es inexistente, de repente una vez al día aparecía alguien a preguntar si queríamos tomar algo… un día se voló una sombrilla y pedí que alguien nos ayude, un personal del hotel nos dijo que el encargado de la playa no había venido y que nadie podía asistirnos…. Aunque siempre había reposeras y sombrillas, no eran cómodas, y los camastros tenían la tela que da sombra completamente rota, lo cual es inaceptable considerando que pagamos por “The Level”. En otro Meliá que estuvimos la zona The Level siempre fue impecable! El hotel es relativamente nuevo, pero la falta de mantenimiento es evidente. La limpieza deja mucho que desear: los carritos del personal de limpieza solo tenían agua, sin productos desinfectantes visibles. Después de que limpiaban la habitación, no había olor a limpio y las superficies quedaban mal repasadas, se ve que solo lo hacían con agua. Los desagües están todos trancados con pelos, un asco… se nos inundó el baño por eso y salía una mugre asquerosa, otro problema de cero mantenimiento. Tuvimos que pedir que cambien las sábanas porque estaba todas manchadas… el manager del hotel se ve que no controla nada, o directamente no le importa. El gimnasio es deprimente, tiene un olor terrible… sin ventilación, olor a suciedad más sudor de las personas… las ventanas no se abren, y está mirando al mar pero tiene unas cortinas rotas… hay unas toallas totalmente desgastadas del spa, no hay colchonetas para poner en el piso, imposible hacer abdominales o estiramientos…vergonzoso para un hotel 5 estrellas. La comida fue, sin duda, lo peor de nuestra estancia. El buffet es mediocre, y lo que sobra se recicla para los restaurantes supuestamente a la carta. Incluso vimos cucarachas entre los dulces del snack bar de helados, algo completamente inadmisible. En una ocasión, mi hija pidió pasta y vimos cómo el personal usaba un balde de salsa que estaba en el piso; fue repulsivo y obviamente rechazamos comer eso. Además, el personal no es nada amable, y en muchos casos su actitud fue desinteresada e incluso poco profesional, lo cual solo empeoró la experiencia. Cuando le pedís algo directamente te dicen no hay y se ríen! En el snack de hamburguesas pedimos servilletas, ya que uno debe comer con la mano, y no tienen… sirven papas fritas re calentabas, la hamburguesa no se puede comer, la pizza no tiene queso… nunca vimos algo así en un hotel 5 estrellas. Nos hemos alojado en varios hoteles Meliá y esperábamos el mismo estándar de calidad, pero este hotel no cumple ni de cerca. No es un hotel de 5 estrellas, apenas llegaría a 3. Nos sentimos engañados, ya que esperábamos el nivel mundial que caracteriza a Meliá. Finalmente, terminamos nuestra estadía con hambre porque la comida nos daba miedo por temor a enfermarnos. Meliá debería sentirse avergonzado de ofrecer este tipo de experiencia a sus clientes. Una verdadera