Usuario invitado
23 de febrero de 2023
Es una experiencia totalmente diferente y deliciosa, el trato es muy amable desde la reserva hasta el final, vale completamente la pena, además comes super bien y lo típico de la región. Te reciben con agua de chaya, muy refrescante, y comienzan con la preparación de los alimentos haciéndote partícipe, junto con la explicación de todo lo que de está realizando y el origen del mismo. La gran mayoría de sus ingredientes los hacen desde cero, y muchos los sacan de la misma aldea.