Usuario invitado
27 de septiembre de 2023
Magnífico hotel en el que nos sentimos bien y donde acabamos de pasar una semana maravillosa. El lugar un tanto aislado es muy bonito, muy tranquilo, muy relajante. En este pequeño hotel familiar, muy acogedor, los empleados son muy profesionales y muy amables, al igual que los propietarios, que están presentes a diario. Por la mañana le espera un magnífico y delicioso desayuno. Entre dos baños se puede almorzar en la terraza, todo está bien, todo es sencillo, bien presentado y por la noche, para los que quieran quedarse tranquilos, el restaurante es igual de delicioso. Como el resto, las casitas con terraza son muy acogedoras, la decoración es sencilla pero con clase y además muy relajante. El hotel está muy bien situado para visitar fácilmente determinadas ciudades de Puglia y a 15 minutos de Otranto, una pequeña ciudad muy bonita que no debe perderse. Lo habrás entendido, acabamos de pasar una semana relajante donde todo es zen, tranquilo, sereno, sencillo y agradable. Un lugar que no debe perderse, aunque a veces ciertos lugares mágicos como este deben permanecer en secreto.
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