Silver Beach Hotel

Bueno - Hermoso hotel - Excelente frente a la playa - Personal atento increíble No tan bueno - El mismo desayuno todos los días, puede ser un poco agotador después del día 3 - Mezcladores de cócteles de baja calidad que hacen que el cóctel no sea tan sabroso - El gimnasio abre demasiado tarde y cierra demasiado temprano. ... los tiempos no son ideales y tiene un equipo limitado - No hay otra opción de té que el té de vainilla ... - No se repone la loción de cortesía, la ducha, etc. Requiere mucho tiempo, pociones demasiado pequeñas o demasiado grandes, solo una opción de postre y entrante y solo 2 para Mai

Mauricio mi reseña. Ahora, en nuestro penúltimo día, estamos muy tristes. Gran estancia en este encantador hotel. Reservamos una habitación con vista al mar, por lo que vale la pena un pequeño costo adicional: nos ubicaron en el segundo piso en el lado derecho con vista al mar y al área de la piscina. Tenga en cuenta que no hay ascensores en este hotel, pero no es un problema solo cuatro pisos de altura. hacia el hermoso océano y el impresionante arrecife los jardines-piscina/bar. A pesar de que la habitación estaba un poco vieja, era de buen tamaño, muy limpia y se mantenía todos los días: baño con ducha. La habitación tiene un área para preparar té y café, una nevera pequeña pero de buen tamaño, secador de pelo (no de alta presión), balcón con sillas y una mesa, armario y estanterías de buen tamaño, caja fuerte, sin plancha. La cama es firme, eso es bueno para mí y aire acondicionado. fue genial. El personal fue increíble, cálido, amable y encantador, nada es demasiado problema. Todo el personal del restaurante siempre está contento. La comida para un hotel de tres estrellas fue increíble, muy parecida a la experiencia de un Auberge francés, la comida fue variada; desayuno buffet y cena - algunas cenas formales de 3/4 platos se sirven noches. El entretenimiento nocturno fue divertido para quienes se unieron. Como el hotel es pequeño, puedes conocer gente, lo cual es genial y lo hace más agradable. El hotel se encuentra en una hermosa playa de arena blanca y hay muchas otras hermosas playas públicas locales que se pueden evaluar a pie desde el hotel, alquilamos un automóvil en el hotel a una tarifa realmente razonable, y viajamos, tenga en cuenta que toma un poco de tiempo debido a las carreteras para llegar a cualquier destino pero bien merecen la pena por lo bonitas que son las islas. Propinas: Damos propinas personalmente, tenga en cuenta que este es un país pobre. El personal merecía las propinas ya que trabajan muy duro y tratan de no olvidarse del personal de la cocina. La playa es una hermosa playa de arena blanca, muchas tumbonas y el personal de la playa traerá paraguas adicionales para ti si lo pides, necesitarás zapatos para nadar, estaba bien, ¡pero ten pies de goma! entrando en el océano, la arena es de coral. Recomiendo encarecidamente este hotel y gracias a todo el personal por hacer de nuestra estadía una experiencia memorable, lo felicitamos a usted y al gerente.

I stayed for a week in July there. I really enjoyed my stay except for some things that left me unsatisfied. Only when service, hospitality, and cuisine come together perfectly can a hotel offer a truly enjoyable moment. The staff at the reception were everytime friendly and helpful. The food was not bad in all which was price ratio moderately correct, but boring. Many waiters’ behaviour was unprofessional some of them seemed not to have good knowledge about their profession and how to behave correctly and treat a client politely and discretely. Although this is also part of the hospitality, not just the food count. Some waiters keep walking from one end of the room to the other both hand in pocket, or sometime arms crossed, sometime even yawning, One of them, a two meters big guy, never greet me when I came in. He moved like a dead man walking. The cooks serving the hot meal at the buffet were almost unfriendly, giving me the impression that I am not welcome there. When I came with my plate for the main course, they seem not to have seen me and then stood there like a robot. The Sega dance performed by the locals in the evening didn’t quite live up to expectations. It felt uninspired and became monotonous due to the constant repetition of the same rhythm.