Usuario invitado
25 de octubre de 2023
Es un hotel decente para una estancia corta, bien ubicado (cerca de Périgueux) y de fácil acceso. Dispone de amplio aparcamiento. Al fondo hay un bosque que proporciona una importante sombra, ideal en verano, junto con la piscina. Tuve una habitación en la planta baja con vistas al bosque, lo cual fue muy agradable. Hay un estadio de fútbol cerca que puede generar un poco de ruido, pero no dura y la zona es tranquila. La acogida es excelente y el personal muy amable. Sin embargo, el hotel no está a la altura de los estándares habituales de Ibis Styles, está ligeramente por debajo (las reformas deben haberse realizado en relación con comentarios anteriores, señalo). La ropa de cama es impecable, incluso las almohadas. El baño está equipado con bañera. Es un verdadero punto positivo poder darse un buen baño después de un largo paseo... o una ducha para los que no les gustan los baños, ayuda a sentirse satisfechos, a diferencia de la ducha). Para los sensibles a la luz del día: no hay persiana enrollable, pero si preguntas por el lado del bosque, con la cortina y apoyándola con una silla, no pasa nada, no hay luces de neón llamativas ni farolas que te mantengan firme. Estás despierto toda la noche. Puntos a mejorar: - limpieza: pelos en el borde y pelos en la bañera, junto al grifo monomando y en el cristal. Mucho polvo por toda la habitación. Las partes oscuras son particularmente atractivas, como sabemos, pero como resultado las partes azul marino (cabeceros, mesa, mueble de TV) están cubiertas de polvo y muchos micro rayones que dan un aspecto ligeramente sucio). - mala insonorización dentro del hotel, oirá a su vecino roncar y al de arriba tamborileando constantemente en el suelo - no hay badenes en las puertas cortafuegos para evitar portazos repentinos (por lo tanto, a partir de las 6 a. m., lo despertarán las personas poco delicadas habituales que lamentablemente no saben sujetar una puerta) - desayuno: encontramos el baúl de los "imprescindibles" de los ibis style, pero hay menos opciones de lo habitual (en cambio, para los amantes del té, allí les servirán en términos de elección). Nada de huevos revueltos, nada de bacon, bollería realmente mala y mal hecha (muy blanca), cero productos locales... (sí, los buffets habituales son en su mayoría industriales pero a menudo hay un esfuerzo y algunos productos se ofrecen más como pasteles y algunos productos locales). ). Aquí, además de tortitas, panes y bollería, tendrás que recurrir a alimentos salados que tampoco resultan muy apetecibles (jamón rancio...) o tomar queso blanco / compota.
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