Usuario invitado
28 de septiembre de 2022
Escapada de relax a este fantástico sitio, recomendado por buenos amigos. Cumplió mis expectativas de sobra. El hotel se ubica en medio del campo, y literalmente es una antigua casa de campo (palaciega/noble) de época con un precioso jardín y su piscina. Es pura tranquilidad, si eso es lo que se busca. Desde la llegada al atardecer, te relaja el sitio, solo se oye naturaleza, las fuentes de agua... El hotel tiene un encanto natural, te sientes como en casa. Ese toque rústico, de campo, madera, verde... El personal en su totalidad son agradables, amables y educados, en todo momento. Gracias a todo el personal, por hacer una estancia tan agradable. Tiene distintos salones donde relajarse, porches, y jardines para leer o tomar algo, pasear.... lo que uno quiera. La zona de la piscina es muy agradable, el spa pequeño, con servicio de masaje a elección. Y organizan varias actividades en la finca (es enorme), para estar en el campo y ver animales, como una salida en bici, o paseos, ... El dormitorio asignado, a mi gusto personal, fantástico, en la primera planta del edificio, con un precioso balcón, ver el amanecer es una gozada, como sale el sol, con la vegetación alrededor y las vistas al horizonte. Es amplio, tipo suite, con cama grande, zona de estar/vestidor, baño abierto con bañera y ducha. El restaurante del hotel, todo riquísimo! Mención a parte! Delicioso! En conjunto es ideal, sabiendo lo que se busca y ofrece. Una casa de campo (hotel), donde relajarse lejos de la ciudad. ! Muy recomendable. Gracias