Usuario invitado
31 de enero de 2023
En general es un muy buen hotel, alejado de todo, con acceso a una playa sublime y a un mar transparente. Tuvimos la suerte de saber que el hotel estaba vacío, por lo que teníamos acceso casi privado a estas instalaciones naturales. Por otro lado, la habitación es bastante "básica", aunque típica malgache (toda de paja, contraventanas de madera, que dan encanto a las habitaciones y a los edificios). El baño, muy oscuro, y el equipamiento en mal estado no nos permitían ducharnos de forma tradicional. Teníamos que poner el agua en un balde (ya sea agua fría o caliente) y lavarnos del balde. Los equipos intentaron solucionar el problema sin éxito. Nos beneficiamos de la actividad de snorkel, bonita pero cara (tuvimos que pagar por 4 personas a pesar de que éramos dos, ya que el hotel estaba vacío). El restaurante era muy agradable por la tarde y por la mañana. Pero por la noche notamos un “deterioro” del servicio a lo largo de los días (ya no se sirven aperitivos antes de la comida, no se ofrecen ni ofrecen digestivos, etc.). En mi opinión, el hotel era un poco caro en comparación con los servicios ofrecidos, pero sigue siendo un hotel hermoso y exótico.
Texto originalTraducción facilitada por Google