Hotel Linden

Mientras intentaba pagar la cuenta en recepción, el empleado me habló en un tono desagradable, por lo que no pude evitar mirarlo fijamente. El recepcionista se puso furioso y dijo: "¿Qué miras? ¡Discúlpate! ¡Te van a prohibir la entrada!". Entonces bajé la cabeza y me disculpé, pero él se enfureció aún más y dijo: "No me gusta el tono con el que te disculpas. ¡Esto es acoso al cliente!". Como no quería causar problemas, llamé a una organización sin fines de lucro para mediar y todo se resolvió sin incidentes (al parecer el recepcionista no pudo hacerlo porque era el gerente del hotel). Cuando se aloje en un hotel aquí, no importa cuán desagradable sea la actitud del recepcionista, no lo mire fijamente y háblele educadamente usando un lenguaje honorífico. Cuando utilice estos servicios, espero que sea consciente de su comportamiento.