Juan Pablo M
7 de febrero de 2025
Estuve en Delta Eco Hotel con un grupo de 8 personas para un retreat laboral, y fue, sin dudas, la peor experiencia hotelera de mi vida. Desde el inicio, las exigencias fueron excesivas, como definir con anticipación el menú de todos los días para el grupo. A nuestra llegada (con retraso de la lancha taxi que pagamos al hotel), nos encontramos con bungalows sin preparar y bañeras con agua podrida. El espacio asignado para nuestras sesiones de trabajo remoto tenía una televisión que no funcionaba, y el servicio fue lamentable. La comida fue lo peor: porciones pequeñas, sin sabor y de bajísima calidad nutricional. Nos llegaron a servir de entrada dos rodajas de pan con una mancha de pesto, seguido de comida apanada sin gusto y un budín de pan de postre. Varias veces cambiaron el menú sin consultarnos e incluso cuando todos los no vegetarianos esperaban la famosa “bondiola braseada” en la última comida de la estadía impusieron a todos un menú vegetariano (de bajisima calidad) sin previo aviso. Exigimos el cambio y se pusieron a cocinar en ese momento bifes gruesos de bondiola que salieron duras e incomibles. Pasaban 8 o 9 hs entre comida y comida y no ofrecian merienda o algo en el medio y cuando llegabas desesperado a la noche a comer te ponian en la mesa solo pan. Si no estábamos a la hora exacta de la comida, nos rastreaban por el hotel para que fuéramos a comer porque “sacan todos los platos juntos”. El servicio general dejó mucho que desear: en recepción había personal ausente la mitad del tiempo, en la zona de la piscina nunca había nadie para atender, y cuando logramos pedir algo, fue un problema. No había música ambiente, y si llegabas unos minutos tarde a la comida, te miraban mal. Además de las malas instalaciones y el pésimo trato, los precios son absurdos para el nivel de servicio: nos quisieron cobrar **15.000 dólares por 4 noches**. Claramente, se aprovechan de la ubicación en una isla para imponer reglas arbitrarias y precios desorbitados. El segundo día hablé con la encargada, pero todo siguió igual o peor. Terminé **escapándome en una lancha colectiva** para llegar a Tigre y poder comer algo decente, porque al cuarto día ya me sentía debilitado por la mala alimentación. Lo mas loco y extraño es que es un hotel con capacidad para mas de 100 personas y nosotros eramos 8 mas 4 pasajeros mas. El último dia estabamos solos y fue cuando quitaron el menu de carne. Viajo con frecuencia y me he hospedado en hoteles de todo tipo, pero **este ha sido, sin dudas, el peor en mis 45 años de vida**. No lo recomiendo bajo ninguna circunstancia. Adiunto foto de la bañera con agua podrida.