Swiss Moraira Hotel & Spa - Designed for Adults

El hotel confortable y bien como siempre, la piscina y el personal muy bien, camas y ropa de baño y cama bien......pero, el desayuno un desastre, poco producto y calidad media baja, pero lo peor, el día 14 de agosto, víspera de puente, el café de cápsulas solo descafeinado, los demás agotados( caducan?), las mermeladas agotadas, solo miel.....en fin, verano, mediados de agosto, plena temporada....prevision

Hotel solo adultos en el que disfrutamos 2 noches, y sí, las disfrutamos, porque estás de vacaciones, de relax y si tienes que pagar 52 € por 4 mojitos, los acabas pagando, porque tienes tu momento de relajación y desconexión, que para eso has estado trabajando duramente el resto del año, y si te quieres tomar un mojito en la piscina, es un pequeño capricho que te das. Bueno, el personal del hotel bastante bien en general. El camarero que nos tocó en el bar de la piscina el primer día, un prepotente, le pido la carta de bebidas y me dice "soy yo", luego 52€ por 4 mojitos, nada del otro mundo, normalitos. Ya que meten esos sablazos, por lo menos deberían de tener los precios fuera para el bar de la piscina, aunque tienen buen servicio porque el personal del bar atiende en las tumbonas. Si te imaginas un hotel del los años 80 o 90 reconvertido, que hayan decorado con intentos de muebles que podrían ser de estilo colonial, y un contenedor traído de Bali, con todo tipo de objetos en madera tallada, estás en el SWISS. La piscina tenía muchos bichos flotando a todas horas, incluso avispas, y los fondos no estaban muy limpios tampoco. Sé que la limpiaban por la mañana porque lo vi, pero me da la sensación de que sin mucho esmero. Las fotos y videos lo muestran más espectacular de lo que es en realidad, ahí han invertido bien, el marketing es importante. Hotel solo adultos, no adaptado a personas con movilidad reducida, lo único que tiene es plazas de aparcamiento adaptadas, supongo que están obligados a ello. Tiene escaleras por todos lados, es un poco laberíntico. Un rollo tener que cargar con el equipaje por todas las escaleras. Tiene ascensor, pero no funciona. El primer día, el desayuno muy poco variado, de repente, el segundo día, pusieron una tercera mesa con comida y mucha más variedad. Por ejemplo, el primer día solo había minicroissants de chocolate y sin él. El segundo día también había mininapolitanas de chocolate (no estaban muy buenas, todo sea dicho). El primer día no había huevos, el segundo los había revueltos, cocidos y a la plancha. Ya me había dado la impresión de que este hotel era más bien un picadero, no creo que tengan mucha gente de larga estancia, porque si no, cómo vas a hacer algo tan poco profesional como poner unos días el desayuno mejor que otros tan descaradamente. Si tienes menos ocupación un día, pones menos cantidad, pero lo de que haya tan poca variedad de producto un día y al siguiente no .... Eso no lo había visto nunca. He de decir, que el pan y el embutido estaban buenos. Lo que no me gustó nada, primero que en un hotel de la Comunidad Valenciana, el zumo de naranja sea artificial, y bastante malo por cierto, eso resta mucho, y segundo, que los tes tengan los nombres en alemán o el idioma que fuera, excepto uno rojo de Hornimans que estaba escrito en español el etiquetado, En la habitación, teníamos unas bolsitas de té, de la marca mencionada, que estaban que daban pena, todo el envoltorio roto y sobado, eso no se

Instalaciones bonitas, cómodas y agradable, lugar tranquilo y relajante, genial para desconectar y pasar una estancia a gusto y sin molestias. El trato del personal muy bueno con especial mención d Silvia q ha sido una pasada la energía, trato, sonrisa y predisposición para ayudar y solucionar cualquier inconveniente o necesidad.

El hotel y el entorno es muy agradable, pero después de haber estado ya más de 4 veces, siguen pecando de lo mismo. Osea, no hacen caso de los consejos de los clientes. Un hotel de esta categoria no se puede permitir el lujo de no tener una rampa de acceso para las maletas. Un hotel de esta categoria no se puede permitir el lujo de que el ascensor no funcione, y tengas que subir a pulso, o bajar unas escaleras, muy empinadas. Un hotel de esta categoria no se puede peritir el lujo de que ya, por segunda vez que vamos, y en distintas habitaciones, la alcachofa de arriba de la ducha no funcione. Un hotel de esta categoria no se puede permitir que en el buffet del desayuno, el pan no sea del dia, los fiambres de los dias anteriores esten cortados con hoja de afeitar de lo finos que son, que no dispongan de zumos naturales, y que en general, solo haya una pequeña mesa con tres cosas muy aburridas. El pan es incomible......... los fiambres no encuentras el sabor de lo finos que son, y los platos que te preparan deben de medirlos con reglas para no pasarse de tamaño. El trato del personal excelente, sobre todo una chica que nos atendio el dia 23 por la tarde en la entrada. Los precios de las bebidas en la piscina son desorbitados. Ni que fuera una discoteca, y aún asi mas caros que la discoteca. Muchos mosquitos, que entiendo no se pueden evitar por la vegetacion y el agua que se acumula. Volvimos con mas de 15 picaduras de mosquitos.

Nuestra reciente experiencia en el Swiss Hotel Moraira en Teulada fue excepcional. Ya estuvimos aquí en marzo de 2023 y el hotel nos dejó una impresión inolvidable. Por eso volvimos a reservar a finales de enero. Pasamos 4 días maravillosos allí. Nuestra estancia fue nuevamente muy placentera, tanto para nosotros como para nuestro perro (!). Se sintió inmediatamente como en casa e incluso le dieron golosinas para perros en la recepción. A diferencia de muchos otros hoteles que supuestamente admiten perros, el perro fue bienvenido en todas partes del hotel, incluso en el desayuno y la cena. El menú del restaurante no es demasiado extenso, pero tiene algo sabroso para todos. Todos los platos fueron preparados con mucho cuidado y estaban deliciosos y servidos con clase, amabilidad y paciencia. Esta no es una cocina de masas, sino una cocina personal. El hotel respira paz y tranquilidad, especialmente en esta época del año. Dispone de un amplio aparcamiento, rodeado de preciosos olivos centenarios muy bien podados, con un precioso jardin interior/parque con piscina bellamente iluminado por la noche. Al contrario de lo que sugiere el nombre, este el hotel es completamente de estilo balinés, tanto en el interior (incluido las habitaciones), como en el exterior. Tuvimos una suite junior con un dormitorio muy espacioso con zona de estar y Smart TV, un baño espacioso y una terraza grande muy bonita. ¡La cama medía 2,40 m de ancho! La cama más grande en la que no hemos dormido jamás. El personal hizo todo lo posible para que nos sintiéramos bienvenidos y atendidos, los servicios brindados fueron de excelente calidad y la relación calidad-precio fue excepcional. Una mención especial al personal que nos brindó un EXCELENTE servicio, Francisco Lorente: gracias por su excelente servicio. Estuviste atento a todos nuestros deseos. Gerente Joaquín Moltó: gracias por su profesionalidad y el trato personalizado que nos ha ofrecido, algo poco común en el sector hotelero hoy en día. Sandra, sin duda repetiremos el masaje en nuestra próxima visita. Y Felipe, gracias también por tu sonrisa y amabilidad cada mañana. Nos habéis dado lo que buscamos en un hotel: comodidad, bienestar, atención y tranquilidad. ¡Ustedes son LOS MEJORES! Para nosotros el hotel merece 5 estrellas por su servicio y amabilidad. Podemos recomendar este hotel totalmente a todo el mundo. Definitivamente volveremos.

Perfecto Hotel, un servicio de personal muy amable y atento, el ambiente y decoración de festivo fin de año nos encanto. Cena fin de año estupenda. Repetimos seguro, un hotel con encanto. Felicidades en especial al Manager y al resto del equipo por habernos hecho disfrutar de una velada tan especial .