Usuario invitado
16 de julio de 2024
Reservamos una habitación en el primer piso con un baño grande. No hay aire acondicionado en la habitación, pero es cómodo incluso sin él, incluso hace fresco por la noche. Interior muy bonito, bonitas vistas a las cuevas desde el restaurante, además de una gran terraza en la azotea desde donde se pueden ver las bolas por la mañana. Puedes caminar por la zona y observar más de cerca las cuevas; incluso logramos entrar en algunas. Hay un castillo cerca. Gran desayuno, lo sirven ustedes mismos. Nos hicieron tener la mesa entera, no podíamos ni comer todo. ¡Servicio al más alto nivel!
De los menos:
- Mucho ruido afuera por la noche (posiblemente porque vivíamos en la planta baja)
- El restaurante decía que se podía cenar en la terraza, pero en realidad resultó que la cena debe incluir alcohol.
- Al hacer la reserva se indicaba que te darían fruta al hacer el check-in, pero no había ninguna.
Texto originalTraducción facilitada por Google