Princess Taurito

En pocas palabras, un desastre. El hotel está reformado, casi lo único que es correcto. En un hotel de 4 estrellas no había ni agua en la habitación, eso si algunas tenían una botella de vino. El servicio en recepción un caos, la gente es amable pero no hay personal suficiente. Escribí un mail 17 días antes de ir para comentar que queríamos una habitación de unos amigos cerca y todavía espero la respuesta. El restaurante está bien, pero la comida no se corresponde con la categoría del hotel, mala calidad, pésimo surtido, poco personal. bebidas de mala calidad. La noche de Fin de Año que pagas un plus esa noche la comida fue escasa y de baja calidad, el servicio atento y correcto pero insuficiente. Las animaciones nocturnas muy flojas y de poca calidad. Los bares cómo tienes TI Plus, que quiere decir TI Pobre, muchas cosas no entran en el TI y dos personas atienden el Bar, se hacen colas interminables, no vale la pena pagar por TI si sólo puede tomarte una copa por la noche ya que tienes que hacer la cola de nuevo. Contratamos "late check out" por 60€ más, después de las 12 tuvimos que ir a volver a activar las llaves de las cuatro habitaciones que teníamos ya que no podíamos entrar. Antes de las 17 en una de las habitaciones llegaban los clientes que iban a ocupar una de las habitaciones. El personal de limpieza entró por lo menos dos veces para hacer la habitación cuando podíamos estar hasta las 18. Tienen mucho trabajo por delante si no quieren perder una estrella, ya que sinceramente el hotel parece de tres estrellas, el personal es escaso aunque son atentos y hacen lo que pueden pero están desbordados en todos los lugares. En resumen la relación precio calidad es nefasta, falta personal y falta calidad en la comida y un mayor surtido. Positivo, la actitud del personal y el hotel reformado.

TLDR: Nefasto servicio de comidas y un peligro para alérgicos e intolerantes. Eramos una familia de 5 con dos habitaciones esencia. Deseábamos tener unas vacaciones tranquilas pero lamentablemente tuvimos que dejar el hotel por una nefasta gestión en lo relativo a los bufets y el restaurante esencia. La primera impresión fué maravillosa, nuestra habitación suite executive esencia era grande y acogedora con un gran baño. Mis padres cogieron otra habitación suite junior esencia que estaba también renovada, aunque mucho más pequeña. En nuestra habitación no funcionaba el mando a distancia y la TV no estaba ni configurada, lo tuvimos que hacer nosotros. Por cierto, si quieres intimidad no te recomiendo esta suite, no hay puerta en el baño y si tienes a alguien en la habitación o niños, estos campan a sus anchas y te pueden ver mientras te cambias, te duchas, etc. Un sin sentido. Solo el WC minúsculo tiene puerta. Al tener una habitación esencia "teóricamente" tienes una serie de servicios diarios: Cena y desayuno en restaurante esencia (comentario más adelante). Reposición de botella de agua (solo lo hicieron una vez bajo petición expresa, nunca lo hacían). Bebidas de bienvenida (nunca las llegamos a ver, aún con petición expresa). Zapatillas y bata (eso sí). Servicio de cobertura y detalle de buenas noches (no sé a qué se refieren, no vimos nada de eso). Por la tarde tienes bebidas y canapés en una zona esencia (no, solo hay bebidas, nada de comida allí). Instalaciones: Las instalaciones son lo mejor, están reformadas pero hay muchas que aún no están abiertas como la zona infantil con juguetes y demás. Las zona nueva de piscina infantil está muy bien, mi hija la disfrutó mucho aunque se agradecería un pequeño parque infantil. Personal: Falta personal en todas partes y es el principal problema de este hotel, según ellos porque no encuentran pero estoy segura que una buena oferta laboral les atraería. En el bar había 2 personas por la noche atendidendo todo el bar para el hotel entero, un despropósito de esperas de más de 30 minutos y trabajadores desbordados. En el comedor una noche tuvimos que ponenros nosotros la mesa, no había personal suficiente para atender y limpiar las mesas. Era un sálvese quien pueda. Comida: Aquí viene lo peor de nuestra estancia y el principal motivo de nuestra marcha. Tengo intolerancia al gluten y la lactosa pero he estado en otros hoteles y resorts en Canarias y en Baleares y NUNCA había visto tal falta de profesionalidad en un servicio de comidas. En el restaurante principal tienes un bufet que es un pasillo largo. Parece que tengas muchas opciones pero en realidad está repetido. Una mitad es absolutamente lo mismo que la otra mitad. Así que acaba siendo un poco lo mismo cada día: zona de encurtidos, zona vegana (ojo, que tienen salsas con leche!), zona de plancha con dos opciones, zona de ensalada, zona de carne o pescado con alguna salsa, zona de patatas y fritos (3 opciones) y poco más. De hecho, pone