Hotel Villa Bianca

4* en papel, pero vale menos. Personal antipático. Se tomaron la libertad de regañarme porque me presenté dos veces en el desayunador porque se me antojaba un chocolate caliente. Deprimente

Hotel villa bianca resort es un hotel para todos, familias, amigos, parejas, que no se centra en la calidad, la estética, sino en las funciones esenciales. También me he alojado en este hotel en el pasado y me pareció perfecto para mis necesidades. Creo que la posición es una de las más estratégicas de Taormina, para aquellos que quieren llegar rápidamente a Isola Bella o simplemente ir a la playa. Justo fuera del hotel está el funicular, así como las paradas de autobús (estamos casi dentro del hotel, para que entiendas lo cerca que están) Las habitaciones están amuebladas como lo estaban hace 30 años, son mínimas, lejos de ser perfectas, hay desgaste pero estos defectos desaparecen con el tiempo. Para mí las habitaciones son cómodas en su justa medida. Sistema de aire acondicionado muy eficiente y silencioso (que no debe subestimarse para una estructura anticuada). Aparte de esto, me encanta la familiaridad de este hotel, la sencillez de la gente que trabaja allí, el excelente bar que también se convierte en restaurante. El desayuno no es como en los hoteles de mayor nivel pero hay todo lo necesario para satisfacer a italianos y extranjeros. De vez en cuando hay alguna joya entre los postres, como las mini babas de una bondad absurda. Los croissants siempre calientes y estos también son de una bondad superior. ¿Volvería a elegir este hotel? Sí, sin duda, por la buena relación calidad-precio y por todo lo que he descrito anteriormente.

房間比較舊，好在景色宜人。

Kylskåpet fungerade inte och fixades inte under hel vistelsen

Este hotel está en Taormina Mare, junto al mar, y parece muy del siglo XIX. La propaganda de vacaciones no decía que para llegar a Taormina fuera necesario un viaje en teleférico a 10 euros cada vez, ida y vuelta, o que hay que bajar 88 escalones hasta la playa y luego regresar, para una persona de 84 años. La habitación, aunque estaba limpia y tenía una muy buena vista desde un balcón sobre el mar, era la más pequeña y básica en la que he estado de vacaciones. El desayuno, el más pobre que me han ofrecido jamás. La única oferta cocinada eran huevos revueltos o huevos duros y ni siquiera tostadas, todos los días. Cena - terrible. Por ejemplo, la dorada venía entera, incluyendo la cabeza y la cola, y se abría con las espinas, y estaba fría. En todas las comidas se servían verduras escasas y, además, siempre estaban bastante frías. Sólo un postre: un trozo de pastel tipo cremoso. La primera vez que apareció el representante fue el miércoles por la noche. Como llegué el domingo por la tarde, ¿cómo se suponía que iba a reservar viajes para el lunes y el martes si no era posible contactar con él?