KiChic

Las expectativas eran altas al ser un hotel boutique y con costos superior a los 400- 500 dolares por noche en hab. standart , uno espera algo Lujoso, pero No, nolo es, lo peor es intentar contactar el Hotel, el whatsapp no responden, el celular tampoco es muy estresante intentar hacer una reserva, realmente atroz, al llegar al hotel tambien llamamos como 13 veces y no respondian. En el hotel personal es amable, el servicio de cocina es bueno y rapido , los mozos son simpaticos y atentos. El hotel esta descuidado, la puerta de ingreso tiene telarañas, encuentras muchas suciedad en los pasadizos, tuve que matar arañas en la cama, y otros bichos, objetos en deshuso tirados por los jardines. En la habitacion no hay enchufes suficientes /tomacorrientes La piscina no estaba muy limpia. Esta frente al mar y tiene una hermosa playa al frente, hay clases de yoga (todo te cobran). Es buena opcion que le falta mejor administración y personal de reservas/frontdesk.

Si buscas un lugar con una atención A1 y una grata experiencia, este no es el lugar, realmente una pésima experiencia, demasiado caro para la pésima atención que nos brindaron, definitivamente no es la experiencia que esperábamos tener por todo lo que se paga, piden pago ANTICIPADO y sin DEVOLUCIÓN por un servicio que no tiene suficiente información en la web, lo cual luego al llegar fue un problema que lamentablemente la administradora no tuvo la capacidad de solucionar. Al ingresar la administradora nos mostró las instalaciones diciendo en todo momento que eran el mejor hotel de todo Piura, que el lugar es precioso y la mejor atención, pero de una manera bien prepotente, hizo mucho énfasis que aquí no dejan ingresar niños, ni animales (mascotas) de una forma nada amigable, nada hospitalaria realmente, ya allí nos sentimos incómodas porque vimos que tenía una actitud bien déspota y alguien así, definitivamente no brinda buena atención, luego surgió un problema con la habitación ya que la puerta es con lunas transparente y las cortinas no cubrían lo suficiente para tener privacidad, además considerando que teníamos habitaciones a ambos lados y estábamos frente a un pasadizo libre para cualquier huésped, no había la privacidad que uno necesita, entonces esto no es algo que sale en la web, ni lo mencionan por teléfono, entonces se hizo el comentario para ver como podían solucionarlo, quizá colocando una cortina que hubiera sido lo más practico, pero la ADMINISTRADORA con el mismo trato prepotente, no entendemos como puede trabajar una persona así en un lugar que quiere vender paz y tranquilidad, cuando su actitud era cualquier cosa menos eso, esta persona nos quiso cambiar a otra habitación que no tenía las características por las que pagábamos en la habitación anterior, se cerro que es lo que tiene y que decidamos (con su misma pésima actitud), buscamos hablar con otra personas y lo comentamos en recepción y pedimos hablar con la gerente del lugar porque no era el pésimo trato de la administradora y que solucionaran el tema de la habitación. El segundo día la gerente se acerco a conversar con nosotras, le comentamos el trato del personal desde que llegamos, que vinimos relajarnos y el problema de la habitación que nunca solucionaron, la gerente nos dio la razón en todo, reconociendo que la actitud de la administradora no está bien y que debe ser amable, que ya la conoce y ella tiene ese tipo de actitudes prepotentes, nos sorprendió mucho que sabiendo el tipo de trato que brinda esta persona la tenga laborando allí, nos comento que iba a llamarle la atención y capacitarla porque ella tiene que cambiar su actitud y se disculpó por la habitación, que lamentablemente colocar una cortina era muy complicado e iba a demorar, que por favor la esperemos que iba hablar con la ADMINISTRADORA y que iba darnos el feedback a nosotras al día siguiente. Nuestro último día de estadía nunca apareció ni la gerente ni la ADMINISTRADORA, como si no hubiera pasado nad

Reservamos online anunciando 3 adulto y dos niños. Nos confirmaron la reserva una hora y media antes. Viajamos 5 kilómetros hasta el lugar y llegamos 10 minutos antes. En la puerta nos niegan el acceso por ir con niños. Lo cual no está anunciado ni en la página ni en la entrada al restaurante. Les dijimos que avisamos que teníamos dos hijos, pero igualmente nos negaron el acceso, no aceptan niños. Y por lo visto tampoco leen las reservas. Una gran decepción