Mike Ig
3 de mayo de 2025
Nuestra estancia en el Ryokan Gizan fue una experiencia verdaderamente memorable. Se trata de un ryokan japonés de construcción y decoración tradicional, con suelos de tatami, puertas correderas y un ambiente auténtico que te sumerge por completo en la cultura japonesa. Sin duda, es una visita obligada si buscas un alojamiento tradicional japonés; incluso una estancia corta de 2 o 3 noches es suficiente para hacerlo especial.
El ryokan es bastante antiguo, lo que le añade un encanto auténtico, aunque puede resultar un poco menos cómodo para los huéspedes más exigentes. Dicho esto, está muy bien cuidado y todo está limpio y cuidadosamente organizado.
Las instalaciones onsen eran excelentes: un baño público y cuatro privados de libre uso. Después de largos días explorando, fue un verdadero placer.
Recomendamos encarecidamente reservar con cena tradicional incluida. Las comidas fueron un punto culminante: comimos Yakiniku la primera noche y Shabu-shabu la segunda, ambas con porciones frescas y generosas de comida deliciosa. El desayuno era un menú tradicional japonés, presentado con esmero y preparado con esmero, aunque no del todo de nuestro gusto.
La ubicación es impresionante, rodeada de montañas, ríos y árboles en flor. Se respira tranquilidad y un ambiente remoto. Solo hay que tener en cuenta que hay pocos servicios como cajeros automáticos o supermercados en las inmediaciones. Sin embargo, está bien conectado en autobús (a solo 3 minutos a pie del ryokan), que puede llevar a Kamikochi o a las terminales de Takayama e Hirayu Onsen. Los autobuses pasan aproximadamente una vez por hora, así que es bastante manejable.
En resumen, una estancia fantástica: relajante, única y muy recomendable para quienes buscan descubrir una faceta más tradicional y pintoresca de Japón.
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