Federica Nucci
8 de enero de 2025
Cuando llegamos, nos topamos con una pequeña barrera lingüística, ya que el inglés del recepcionista no era muy bueno. No pudo darnos indicaciones claras sobre el aparcamiento.
La habitación en sí estaba limpia y bien cuidada, pero tuve un problema con la almohada. Era extremadamente blanda e inconsistente, lo que dificultaba estar cómoda. Tuve que empujarla contra la pared para crear suficiente volumen para poder dormir...
Otra cosa que no me gustó fue que el champú y el jabón corporal estuvieran combinados en un solo producto. Esto también daba un aire barato.
Durante el desayuno, una empleada casi me quita el plato que aún no había consumido sin siquiera preguntar. Entiendo que la hora del desayuno había terminado y es razonable dejar de servir comida y bebidas, pero los clientes deben tener suficiente tiempo para terminar sus comidas. Tuve que AGARRAR mi plato para seguir comiendo, lo que fue bastante incómodo.
Texto originalTraducción facilitada por Google