Usuario invitado
10 de junio de 2025
Esta es mi reseña número 512. Valoro mucho los comentarios sinceros de otros viajeros, por eso me frustra profundamente el auge de reseñas engañosas y basadas en influencers. Reservé dos habitaciones dobles superiores para dos parejas. Al llegar, nos preocupó la entrada polvorienta, las obras en curso y los montacargas externos con trabajadores visibles, como se muestra en las fotos. Nos asignaron habitaciones en la primera y la sexta planta, ambas con vistas a la calle. La falta de privacidad, con transeúntes y trabajadores mirando directamente al interior, era inaceptable debido a la falta de una simple persiana o visillo. Cuando solicitamos un cambio, la recepcionista se mostró despectiva y nos sugirió que mantuviéramos las cortinas opacas cerradas. Solo después de insistir, Anna, la gerente, nos trasladó a la séptima planta. Sin embargo, persistieron otros problemas: faltaban fundas nórdicas, faltaba un tirador en la puerta del balcón, había polvo durante la pintura y, lo más alarmante, el personal de limpieza dejó la puerta de la habitación abierta después de limpiar. La seguridad y la comodidad de los huéspedes claramente no eran prioridades. La terraza de la azotea fue una oportunidad para fotografiar a los numerosos influencers del hotel. Sin embargo, mi experiencia fue negativa: un hotel polvoriento y sin terminar donde todo nuestro grupo fue testigo de cómo otras huéspedes femeninas exigían cambios de habitación debido a la falta de privacidad.
Texto originalTraducción facilitada por Google