Usuario invitado
15 de agosto de 2023
Esta propiedad es bonita, de estilo barroco. El personal es amable (similar a la amabilidad de Europa del Este, no está mal, solo que es diferente a la de los occidentales) y ha sido muy servicial (Jem, Sarah, Maria). Las habitaciones son muy limpias y cómodas. No describiría esta propiedad como un hotel de lujo americano, pero sin duda es muy agradable. Los artículos de aseo y las toallas son escasos, pero suficientes. El desayuno buffet es ciertamente menos abundante que el que ofrecen otros hoteles de Croacia en Rijeka, pero la comida es BUENA y fresca: hay cereales, huevos revueltos, yogures, quesos, panes, embutidos, zumos y un café CALIENTE buenísimo. Con este buffet no pasarás hambre. Las otras reseñas que se quejan son solo quejas. El único inconveniente de esta propiedad es que el aire acondicionado de cada habitación (teníamos dos habitaciones) es ruidoso, apenas enfría y huele a humedad. Abrimos las ventanas porque refresca bien por la noche, pero no hay mosquiteras, así que entran los mosquitos. Es un dilema: pasar calor o que te piquen los bichos. En resumen, me alojaría aquí de nuevo.
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