Usuario invitado
11 de abril de 2022
Pintoresca casa rural en las colinas de Sirince. El acceso está difícil, por una empinada carretera serpenteante. Las habitaciones está alejadas de la recepción, la mía se encontraba à unos 250m, cuesta arriba. El Internet no funcionaba, tuve que volver a por la contraseña, luego me tuvieron que dar un módem, y otro día me lo pidieron para otro huesped. El ambiente campestre y tranquilo se perturba frecuentemente por la cantidad de niños que hay, y sobre todo por el viento y las puertas que baten día y noche. El aire acondicionado no funciona. No hay teléfono para recepción.