Usuario invitado
6 de enero de 2025
El viaje comenzó con una atenta llamada telefónica del complejo para recordarme mi reserva para el día, lo cual agradecí porque me hizo sentir bien preparada. Sin embargo, durante la llamada me informaron que el estacionamiento era de pago, lo que empañó un poco el estado de ánimo, especialmente considerando el costo total de la estadía.
Al llegar, el proceso de registro fue sencillo y el recepcionista, Kelvin, fue amable y servicial. Brindó un servicio excelente y nos hizo sentir a gusto desde el principio. Nuestra primera impresión de la habitación fue positiva: el interior estaba limpio y bien mantenido, aunque noté que el exterior requería algo de atención. Había manchas visibles en el autobús, lo que daba la impresión de que no se había limpiado o mantenido adecuadamente recientemente.
Las comodidades de la habitación estaban bien surtidas y nos impresionaron especialmente los productos de alta calidad de Ink & Water, que agregaron un toque agradable a nuestra estadía. Un pequeño problema que encontramos fue que la habitación que nos asignaron tenía algunas plantas que bloqueaban la vista desde el asiento del conductor del autobús. Esto nos dificultó tomar fotografías claras de nuestros hijos en el asiento del conductor, lo que fue un poco decepcionante.
Sin embargo, el minibar de la habitación carecía de refrescos, lo que fue un poco decepcionante. Hubiera sido agradable tener algunas bebidas básicas o bocadillos disponibles para mayor comodidad.
Lamentablemente, la conexión Wi-Fi en la habitación no era confiable, lo que dejó a nuestros hijos decepcionados, ya que esperaban algo de entretenimiento en línea. Sin embargo, Kelvin fue muy comprensivo y ofreció un gesto amable al brindar una solución alternativa para compensar el inconveniente, lo cual apreciamos mucho. Son pequeños actos como estos los que pueden marcar una gran diferencia en la experiencia general.
El área de barbacoa tenía una parrilla disponible, pero desafortunadamente, la malla de la parrilla no se limpió, por lo que tuvimos que preparar nuestra propia malla de alambre para la parrilla. El área de asientos estaba bien iluminada, aunque la iluminación se estropeó la primera noche. Informamos este problema a Kelvin y, aunque nos informaron que no se podía cambiar, nos ofreció una lámpara si era necesario. En la segunda noche, después de recibir más comentarios, el personal tuvo la amabilidad de ayudarnos a resolver el problema y se aseguró de que tuviéramos la iluminación adecuada para nuestra barbacoa.
El aire acondicionado de la habitación funcionó bien y nos mantuvo cómodos durante toda la estadía. Todas las camas eran increíblemente cómodas, lo que nos permitió descansar bien por la noche.
El desayuno ofrecía una variedad de opciones, que incluían platos occidentales, malayos, indios, chinos y veganos. Si bien el sabor era aceptable, fue conveniente tener una selección tan diversa para elegir.
La salida estaba programada para las 11 a. m., sin flexibilidad en el horario, a pesar de ser domingo. Nos informaron que el complejo estaría lleno, lo cual es comprensible, aunque hubiera sido bueno tener un poco de indulgencia en caso de que necesitáramos más tiempo. La razón principal por la que salimos más tarde fue que nuestros hijos estaban durmiendo la siesta y se hubiera agradecido un poco de tiempo adicional para evitar las prisas.
Como no había personal trabajando después de las 6 p. m., nos proporcionaron un número al que llamar en caso de una emergencia. Sin embargo, durante el horario de oficina no había ningún número disponible al que llamar y teníamos que ir caminando a la oficina si surgía algún problema. Este podría ser un aspecto a mejorar para que la comunicación sea más accesible.
El complejo ofrece dos salidas: una que conduce directamente a la playa y la otra hacia el centro de vendedores ambulantes de Changi Village. Ambas opciones eran convenientes para explorar la zona y apreciamos la accesibilidad de ambas.
Texto originalTraducción facilitada por Google