Usuario invitado
15 de octubre de 2022
Es un pequeño hotel muy acogedor, con un estilo ideal, cuidado hasta el mínimo detalle tanto en la decoración como en el servicio. A destacar el desayuno, muy variado y cada día diferente (enamorada de la bollería!!). Te dan a elegir para tomarlo en la terraza o en el patio interior. Al tener tan solo 7 habitaciones estuvimos muy tranquilos ya que no había el ruido de personas entrando y saliendo constantemente. Teníamos miedo de que al estar las habitaciones con ventana al patio (que es precioso), se escuchase todo, pero hemos notado que tienen buena insonorización. El personal es un encanto, están atentas de que no falte de nada y que todo esté a tu gusto. Fue una experiencia muy agradable y diferente, estamos muy agradecidos de que nos hicieran sentir como si fuese realmente nuestra casa. ¡Ojalá volver una próxima vez! Mil gracias de nuevo, os deseamos muchísimo éxito!!!