Usuario invitado
27 de agosto de 2023
Se trata de un hotel que se corresponde perfectamente con su categoría: un hotel de dos estrellas, limpio y de gestión familiar, con una muy buena relación calidad/precio/ubicación. Está muy bien situado, en el centro de Sète, a 5-10 minutos a pie del canal, cerca de la estación de tren y, al mismo tiempo, es tranquilo en comparación con las carreteras principales. Un plus para orientarte (a pie o en coche): está situado exactamente enfrente de la mediateca, bien señalizada en la ciudad. Las habitaciones son limpias y agradables (baño nuevo en la que ocupamos), con vistas al Mont Saint-Clair, con aire acondicionado (¡y el sistema de aire acondicionado funciona muy bien!), con TV y, para algunos, un pequeño balcón. con mesa y sillones. El desayuno (7 euros extra) está muy bien: bebidas calientes ilimitadas, croissants, pan recién hecho (riquísimo) para tostar si quieres, zumo de frutas, mantequilla, mermelada, miel y pequeños toques salados de queso (queso de cabra fresco). Queso Camembert). La acogida es muy amable, realzada por un bonito gato rojo que también os visitará durante el desayuno... sin molestaros demasiado. Si vas en coche: la calle dispone de plazas de aparcamiento, algunas de ellas a la sombra de los plátanos, pero de pago durante el día (lo que no es una excepción en Sète, donde aparcar gratis es un reto); Dicho esto, delante del hotel hay "paradas de un minuto" para que puedas dejar tu equipaje y realizar el check-in a tu llegada. Es una buena dirección que no dudaría en recomendar (ya lo he hecho) y a la que volveré sin dudarlo.
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