Usuario invitado
12 de enero de 2023
La ubicación es perfecta, en medio de la plaza del pueblo. el trato de los dueños magnífico, ni nos dejaron subir las maletas, nos acompañó y subió las maletas a la habitación. La habitación bonita, decorada con muebles antiguos con muy buen gusto. Y para el final dejo el desayuno, zumo de naranja, fruta fresca, diferentes panes, jamón, infusiones, cafe pastas hechas por la propia familia (Creo que la repostería de abajo es suya) y lo que hace del desayuno algo especial es el trato tan amable y atento de Inés, la camarera que te lo servirá. Estancia muy agradable.